Por un sendero marcado que avanza hacia el norte camino de Roda, se levanta una restaurada torre de vigilancia. Su nombre hace referencia a su origen como atalaya de la época musulmana (siglo XI), al estar emplazada en un promontorio natural, ahora rodeado de un pinar, desde el que se podía otear el acceso hacia Graus y a la lejanía la Sierra de Guara. Otras opiniones desmienten esta teoría y la datan del siglo XVII.